Deportes

Eduardo Dominé y un reconocimiento de su ciudad

Recibió el Mérito Deportivo a su trayectoria en el básquetbol por parte del Honorable Concejo Deliberante (HCD).

Eduardo Dominé se autoconsidera marplatense, más allá de haber nacido en Arrecifes. Llegó a esta ciudad de muy pequeño y enseguida empezó a jugar al básquetbol en el Club Atlético Quilmes. Desde allí, se proyectó a la zona, al país y también al mundo. De hecho, fue el primer basquetbolista formado en Mar del Plata en participar en un Mundial de Básquetbol (Canadá 1994).

Este viernes, al margen de las numerosas distinciones que ha recibido a lo largo de su prolífica carrera, recibió una distinción muy especial. Ni más ni menos que de parte de la ciudad que el considera como “su” lugar.

En el Recinto de Sesiones del Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon, Dominé recibió la distinción al Mérito Deportivo por su trayectoria.

El autor de la iniciativa, el concejal Vito Amalfitano, compartió la ceremonia con otros ediles como Agustín Neme, Nicolás Lauría, Horacio Taccone, Marina Santoro y la ex concejal María José Sánchez, confesa simpatizantes del “tricolor”.

También acompañaron al zurdo escolta el presidente de Quilmes, Marcelo Jiménez, el entrenador Javier Bianchelli, amigos, periodistas, invitados especiales, y por supuesto, su familia.

“Hoy homenajeamos a un deportista que, con su actitud, su esfuerzo, su compromiso y su amor por el básquet logró forjarse su propio destino, generando un derramamiento del entusiasmo en los jóvenes. Así como Guillermo Vilas inventó la masificación del tenis, Eduardo hizo lo mismo con el básquet. Es difícil encontrar un émulo que haya empezado a los 10 años en un club, y que siga vinculado en la actualidad, desde otra función”, indicó Amalfitano.

Por su parte Lauría, ex basquetbolista con pasado en Peñarol, reconoció que no podía “evitar emocionarme. Me cuesta hablar. Siempre fuiste un referente, aún desde la vereda contraria. Es muy difícil lograr lo que lograste. Y siempre tuviste el acompañamiento de tu maravillosa familia, la cual también fue fundamental para apoyarte en el día después del retiro, cuando se hace complejo pensar en cómo continuar la vida”.

Por su parte, el presidente Jiménez se mostró complacido de compartir labores de gestión con Dominé en el club. “Ahora me toca trabajar con él y estoy orgulloso de ver lo que sabe hacer. No sólo está en el básquet, sino en las demás disciplinas, acercándolas a la comunidad. Lo que ha sido como basquetbolista, lo es es también como dirigente. Todo lo que han dicho sobre Eduardo es poco. Es una excelente persona”, afirmó.

Dominé, actual director deportivo de Quilmes, tiene 55 años (nació el 25 de febrero de 1968), jugó 16 temporadas en la Liga Nacional de Básquetbol, en la cual disputó 718 (anotó 10.146 puntos) con tres camisetas diferentes: Quilmes, Obras Sanitarias y Ciclista Juninense.

Con el seleccionado argentino jugó el Sudamericano de Guaratinguetá (Brasil), en 1993, los Juegos de la Buena Voluntad en San Petersburgo (Rusia), en 1994 y el Mundial de Canadá (1994).

Desde 2019, y tras un paso en la gestión deportiva del hockey del club Banco Provincia, se incorporó a Quilmes como director deportivo de todo el club de Luro y Guido. Allí cumple una notable eficacia la función de impulsar la disciplinas y coordinar el uso de los espacios de la sede, tarea que lleva adelante con ejemplo y compromiso.

A su turno, el propio Dominé agradeció el reconocimiento y admitió su emoción. “Están presentes muchas personas que me quieren y a las que yo quiero. Está mi familia, sin cuyo apoyo no hubiera podido sostener una trayectoria deportiva que requiere de esfuerzos, que luego se transforman en hábito y se hacen muy placenteros. Siempre me puse metas cortas, para ir superándolas una a una. Así se va construyendo la carrera. Agradezco a todos mis entrenadores, a mis amigos que están acá. Los mejores momentos son cuando uno es chico y construye amistades que perduran. Gracias al periodismo por el respeto a lo largo de toda mi carrera. Y especialmente a mi familia, que es hermosa. Sin ella hubiera sido muy duro transitar el día a día después del retiro. Durante toda mi carrera disfruté los triunfos y padecí las derrotas. Y en esta etapa, también agradezco a los dirigentes la oportunidad de poder trabajar en la institución. Quisiera transmitir que con esfuerzo se pueden alcanzar objetivos, siempre acompañado de la constancia”, concluyó.

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